La República Dominicana tiene un largo camino por recorrer para garantizar el acceso asequible a Internet para todos sus ciudadanos.
Aunque el gobierno y el organismo regulador han presentado reformas muy necesarias, se necesitan más esfuerzos para reducir el precio de la banda ancha para todos, especialmente para el gran número de ciudadanos que viven por debajo del umbral de pobreza.